Tras un duro período envuelto en tragedias y polémicas, Miguel Bosé ‘recupera su voz’ para una “sincera” entrevista con su amigo y periodista Jordi Évole.
El cantante, quien recién cumplió 65 años el pasado 3 de abril, reaparece en medio de la controversia, luego de gritar a los cuatro vientos su postura negacionista frente a la pandemia y de mensajes con fuerte carga política, que no han hecho más que alimentar el fuego de una hoguera en la que también se ha consumido su voz y el juicio que mantiene frente a su expareja, Nacho Palau, por la disputa de los cuatro hijos que tuvieron durante los 26 años que estuvieron juntos.
En la primera parte de la charla con Évole (‘Lo de Évole’, para La Sexta), que tuvo lugar en la Ciudad de México, donde actualmente reside, el artista fue más Miguel que Bosé. Mostró el lado más vulnerable y también desconocido de su vida personal y confesó: “He tenido años salvajes en los que descubrí la parte oscura que todos tenemos: drogas, sexo a lo bestia, sustancias…”. Él mismo explicó que aquello empezó una noche de 1988 ó 1989 a causa de un desamor: “Llamé a unos amigos de madrugada y les dije: ‘Quiero ir de fiesta’. Esa noche me tomé mi primera copa y me metí mi primera raya, que me duró una semana, me salió baratísimo”.
Hasta 1991 fue “a saco” con la noche y las drogas. “Pensaba que era una parte necesaria, ligada a la creatividad”, afirmó el cantante. “Pero cuando pasa a ser consumo habitual las drogas dejan de ser un aliado y pasan a ser enemigos”, sostuvo. Aunque hubo un día que dijo “¡se acabó!”, pudo decir adiós al trasnochar, “los antros y las salidas”, pero no tanto a su adicción. “Cortar con ese placer que es difícil de negar, me costó más tiempo”, explicó. “Se convirtió en una dependencia diaria, empezó a perder la gracia y a causar problemas serios. He llegado a consumir casi dos gramos diarios, más fumar maría, éxtasis… Lo dejé todo el mismo día, hace siete años”.
Con una voz evidentemente deteriorada y haciendo grandes esfuerzos para hablar con fluidez, Miguel explica cuáles son los motivos por los que ha llegado a perder el habla completamente. “Mi voz va y viene. Su raíz es emocional. Empiezo a perderla en el momento en que mi familia, esa en la que yo creo… Bueno no se llama familia, es una especie de acuerdo de convivencia que tienen dos personas que tuvieron una relación y que deciden seguir adelante con buen rollo para que los hijos de ambas partes puedan continuar creciendo juntos como lo que ellos pensaron desde el primer día que eran, hermanos”.
Los planes profesionales siguen, pero las giras están aparcadas. Miguel Bosé participa como coach en ‘La Voz, México’, país en el que vive, en concreto al sur de Ciudad de México en un lugar “bonito, tranquilo, rodeado de pueblecitos”. En el programa canta en directo, pero reconoce que tiene que calentar mucho y aguanta solo una canción: “Al final del año que viene estaré listo”, dijo.
Mi madre ha tenido una vida fantástica, plena, única, con un marido al que amó hasta el último día de su vida, con tres hijos que la han hecho estar orgullosa, con unos nietos que ha conocido. Me despedí por teléfono y nunca pensé que me lo iba a perder, pero habían sacado los protocolos absurdos de la OMS” explica.
‘Yo no hablo con gente con mascarilla’
Se sabe que Bosé es un negacionista frente a la pandemia de Covid-19, tan es así, que antes de la charla con Évole, el cantante le exigió al periodista que se retirara la mascarilla.